Asador en Medinaceli
Restaurante asador en Medinaceli, Soria
Somos un asador en Medinaceli en el que la historia se saborea.
En nuestro asador en Medinaceli te ofrecemos...
La humilde, sobria y popular sopa de ajo de la cotidianidad meseteña (de la Castilla grande, la de antes) con la que se relamía la abuela que te enseñó a masticar («¡qué solo sabes sorber mal!»).
Y las alubias de la tierra cocidas en los uterinos pucheros diseñados por alfareros anónimos de Tajueco y Quintana de Redonda, tan preocupados tanto por la buena cochura del barro como por la de su propio condumio.
Y las migas del día grande, el de la matanza, maceradas con anís en grano, acompañadas por las oportunas uvas y convenientemente bautizadas con tocino, no vaya alguno a sospechar que eres un judío de San Román o uno de los musulmanes bereberes, de la Villa Vieja, que arropa con sus bríos a Almanzor.
Y la caza. ¿Qué se fizo de los pájaros de la laguna de Conquezuela que alababa el infante don Juan Manuel y Alfonso X en sus libros de cetrería? Sobre la mesa de Asador de la Villa EL GRANERO andan la perdiz y la codorniz al vinagre tinto. Ya hasta el pato que, asustado, ha volado desde el lecho de la laguna haciendo el santuario garabateado de grabados prehistóricos en Conquezuela, a la cueva bajo el farallón donde se esconden las tumbas rupestres, antropomorfas. ¿No has estado ahí en esta misma mañana? Imperdonable.
Y en nuestro asador en Medinaceli también puedes degustar la trucha que salta en el Jalón, en el río-camino que propició la posada, el germen de Medina. El Poema del Mío Cid mueve a Infantes de Carrión, hijas del héroe, moros y cristianos a través de la belleza de ese valle único que todavía impresiona tu retina.
De la tierra, el cordero
Bacalao y verduras de la huerta
Insospechado si no fuera por los monstruos de él venidos, tan ajenos a nuestro doméstico Jalón: los enormes bacalaos. Aunque te sorprenda, comensal foráneo, hasta esta alta provincia ha llegado y llega enorme cargamento de esas bestias desde lejanas aguas para proceder a su salazón y secado. Pero no vas a tener que esperar a tan especial proceso porque en nuestro asador en Medinaceli puedes disfrutarlo fresco, bien acompañado de algo tan cercano y tan autóctono como las verdura de la viejas huertas musulmanas a la ribera del agua dulce de nuestro río.
Hojaldres
Y aquí, en Medinaceli ¿qué más oportuno que una colación (con varios sentidos entre ese término en esta retahíla) que un hojaldre descubierto y nominado por los romanos, enriquecido por los árabes con frutos secos y al que se le puso la guinda, en este caso el chocolate caliente, cuando un amigo del duque de Medinaceli, un tal Colón, descubrió las Américas y sus fantásticos (pero realistas) productos?
Vinos de la Ribera del Duero
A tan exquisitos alimentos habrá que acompañarlos de líquidos que no desmerezcan. De los buenos vinos de la Ribera del Duero. Unos caldos recentales para olvidar los inmaduros lechales y los espesotes, densos, fatigantes vinos pascuales de alguna zona vecina. El mismo Escipión, El Africano, solo por jo…robar, cortó la navegación por el Duero para privar a los numantinos de tan alimenticios y aromáticos caldos vacceos. ¡Qué mala leche!